domingo, 4 de enero de 2009

Terminamos un año, y nos invita el tiempo a reflexionar, a dar gracias por todos los beneficios que se nos ha dado. Ha sido un año con dificultades y situaciones difíciles que nos han hecho crecer como personas y como cristianos, porque Dios siempre nos da las cosas que necesitamos para que crezcamos, para que maduremos. Muchos errores que cometemos nos hacen madurar. Han sido 365 días que han tenido sus amaneceres y sus atardeceres, y todo ha tenido su encanto.

Gracias a Dios porque ha sido bueno con nosotros y por ello estamos contentos. Pongamos en  Manos de Dios el año que terminó, de todo aquello que hicimos mal, o cuando dejamos de hacer el bien. Nuestras heridas, nuestros resentimientos, nuestras envidias, nuestra pereza , nuestro orgullo frente a la vida... dejemos en Dios todo aquello que nos ató, aquello que nos esclavizó
Iniciar el nuevo año, con un corazón agradecido, porque si no valoramos el trabajo que Dios ha hecho por nosotros, entramos al nuevo año con la tristeza del pasado, agradezcamos por haber terminado un año con satisfacción, por mantener un trabajo, por tener cerca a nuestros seres queridos, por despertarnos cada mañana, por hacer nuestras cosas por si solos, por tener unos ojos, unas manos, unos pies.

Tuve la oportunidad de ir al hospital, justo el 31 de diciembre, mientras todos celebraban el advenimiento de un nuevo año, yo me encontraba en situaciones difíciles, yo tenía a mi mamita mal, ella  recién había sido operada. Ya pasada las horas, ya de madrugada, veía pasar a muchos pacientes con emergencias diferentes cada paciente era una historia diferente, un accidente, una perdida, un mal, etc. Cada vez que escuchaba la sirena significaba un paciente nuevo que ingresaba. Situaciones como aquellas que nos hace valorar la vida.

 Yo aprendí de ella. Mientras oía respirar a mi Mamita …le agradecía a Dios por tenerla con vida. Ya que pronto le iban a dar de alta. Y con las silbatinas y cuetes de celebración por el advenimiento de un nuevo año, no podía ser comparable con la felicidad que yo tenía.

Gracias Dios por este milagro.

“Analiza tu vida, y tú ¿tienes algo por agradecer a Dios?


0 comentarios: